NUEVA REPRODUCCIÓN
EN MADERA DE LA VIRGEN DE LA BARDA, PATRONA DE FITERO
Jesús Bozal Alfaro
La historia de las reproducciones de la imagen de la Virgen de la Barda, se ha visto
enriquecida por una nueva talla en madera de nogal ( 70 x 30 x 25), obra de Carmelo Fernández Vergara. Esta
talla, que viene a engrosar su magnífica colección particular de artesanía en
madera, es el resultado de una enorme ilusión por plasmar en madera todas esas
señas de identidad, relacionadas tanto con su profesión de carpintero (carros,
galeras, carrozas, etc.) como con su pueblo (el Humilladero, la maqueta del
Monasterio, etc.). Se trata en esta ocasión de una talla en una pieza y refleja
claramente su capacidad para realizar, con rapidez y tino, la reproducción de
cualquier motivo en el que pueda quedar reflejada su particular manera de
concebir el trabajo de artista.
La talla original de la
Virgen de la Barda.
Esta talla data, según los expertos, del siglo XIV. Es una imagen
gótica, “bella sedente” (M.G.S.,
Poemario Fiterano), “elegante y agraciada”
(Manuel G. Sesma, Revista Fitero-85. Venía a sustituir a otra imagen anterior,
románica seguramente. Su primera ubicación en el templo abacial tuvo que ser la
capilla absidal central, detrás del altar mayor, pues en esa época todavía no
se había colocado el retablo, que tapa los grandes ventanales del ábside,
impidiendo que la abacial recupere su magestuosidad primitiva. “La perspectiva que ofrecía el interior de la
iglesia, desde el umbral (todavía no se había construido el coro alto ni el
sobreclaustro, ni el púlpito ni el órgano ni la sacristía) hasta la capilla
absidal central,....., debía ser impresionante” (M.G.S., Fitero-85).
A principios del siglo XVII, los monjes mutilaron la imagen (cortaron
las rodillas de la Virgen y del niño) para vestirla. Su restauración (1965) fue
obra de los hermanos Cruz Solis,
expertos de la Dirección General de Bellas Artes (Madrid), que recibieron el
encargo del párroco Don Jesús Jiménez
Torrecilla. Para conseguir la adhesión del pueblo a su causa, el párroco, dice
M. García Sesma en su Poemario Fiterano (p.2966), “tuvo el buen acuerdo de exponer, durante ocho días, la Sagrada Imagen,
despojada de su atuendo postizo....”.
Reproducciones de la
imagen de la Virgen de la Barda.
La Virgen de la Barda ha sido reproducida, a lo largo de los siglos,
en esculturas, pinturas, fotografías y medallas.(Ver Fitero-85).
Entre las primeras, Don Manuel García Sesma habla en su artículo de
esa Revista, de las realizadas, en los años 20, en escayola (40 x 25), por el
escultor fiterano (y alcalde posteriormente), Don Fausto Palacios. En 1929, el artesano Julián Bayo talló en madera dos imágenes revestidas y hacia 1934
una imagen armazón, de metro y pico de altura. Más tarde, este mismo artesano
modelaría otras cuatro imágenes en escayola, por encargo del comerciante
fiterano Sr. Falces. La última reproducción tallada, antes de la de Carmelo
Fernández, fue obra de los talleres imagineros de El Arte Cristiano. Según reseña García Sesma, la reproducción
estuvo lejos de ser un éxito.
¿Habrá más reproducciones de esta imagen? Es posible y hasta seguro.
En ese sentido, la de Carmelo Fernández puede ser sólo la última, por el
momento.
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